RED: la agrupación empresaria que impulsa la inteligencia social
- cidem7
- 1 jul 2024
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Actualizado: 4 jul 2024
Nuclea a más de 120 PyMES de los más diversos rubros, escalas y conducciones. Su sinergia con la academia representa un caso único en términos de vinculación.

Su punto de partida ya es algo excepcional. La RED de Empresarios para el Desarrollo (RED) se gestó en la Universidad Nacional de Tres de Febrero (UNTREF) allá por el año 2018 y en ese momento nadie podía prever lo que sucedería después.
Al principio, fueron unos pocos los que se acercaron al Centro de Innovación de la universidad (CIDEM) convocados bajo la idea de construir un ámbito empresario al interior de esa casa de estudios. Como recuerda Tomás Jellinek, director del CIDEM, en esas reuniones iniciales se conformó una “masa crítica” y se esbozó un camino alternativo que luego se consolidaría con creces.
Según el director del CIDEM, la RED constituye una innovación dentro de lo que son las experiencias de vinculación entre el sector científico-tecnológico y el sector productivo. “Es un caso de vinculación interactivo, asociativo y basado en la generación de espacios institucionales y actividades en común. Esto marca una clara diferencia con los proyectos de investigación y desarrollo realizados en el sistema universitario que posteriormente transfieren sus resultados a las empresas”, explica.

Hoy la RED funciona de manera autónoma, reuniendo a más de 120 PyMES de los más diversos rubros y con muy distintas escalas y conducciones, desde emprendimientos comerciales pequeños hasta plantas industriales con cientos de empleados que manejan directivos y directivas de diferentes generaciones. “Por eso la RED puede concebirse como una especie particular de spin-off”, define Jellinek, aludiendo a las iniciativas incubadas en las universidades que luego se independizan y toman vuelo propio. Así, la UNTREF se convirtió fundamentalmente en un lugar de encuentro, en una plataforma desde la cual empresarios y empresarias de procedencias disímiles pudieron pensar y crear este grupo para asistirse a sí mismos y generar oportunidades de crecimiento tanto en el plano personal como en el de sus organizaciones.
Por su parte, uno de los fundadores de RED y presidente de Global EMR, Faustino Rodríguez, apunta: “Somos un grupo de empresarios convocados de manera asociativa para trabajar básicamente en temas de profesionalización. Lo distintivo, como fortaleza, es que uno de sus miembros es la Universidad de Tres de Febrero”.
En su apreciación, Rodríguez no deja de subrayar la incidencia que tiene el CIDEM en la dinámica del grupo: “La presencia de la universidad en la RED es un recurso de innovación y de desarrollo del conocimiento aplicado a la gestión operativa y a la transformación de sus miembros que me parece totalmente disruptivo”.

Asimismo, otra de sus más activas integrantes, Mariela Tesconi de Neocolor, coincide en que la RED es innovadora porque cuenta con el apoyo de la universidad pública. “Es más directa la comunicación, el feedback de las necesidades que tienen las empresas y la oferta que pueden dar las universidades con capacitaciones”, señala.
Tesconi agrega que otra de sus ventajas es que se desmarca completamente de la lógica que atraviesa a otras entidades empresarias. “Somos un grupo de empresas, industriales y emprendedores que nos vinculamos desde la motivación de pertenecer y somos autosustentables en nuestras actividades, no pedimos una cuota social. Las experiencias de cada empresa son de mucha utilidad para las demás, las recomendaciones, los contactos, nos potenciamos unas a otras”, completa.
En una línea similar, otro de sus fundadores, Alfredo De Monte de la firma FDM, enfatiza la calidad de las interacciones que surgen de ella. “Lo que busco en los grupos es que se forme un entramado de inteligencia social, que es lo que pasa con la RED. Eso implica que cada uno de nosotros, por más que tengamos diferentes actividades, podamos compartir experiencias empíricas. El libro te dice una cosa, pero cuando vos lo vas a poner en obra es otra totalmente diferente o cambian las coyunturas. Para mí es un espacio que habilita otra forma de esparcir el conocimiento”, evalúa.
Jerónimo Márquez de la empresa Luma, quien se incorporó recientemente al grupo con mucho entusiasmo, opina que un valor agregado que tiene es su heterogeneidad. “Si bien muchos somos industriales tenés gente que no lo es, que viene de la comunicación y el marketing y de la que podés aprender mucho. Ellos ven otras cosas que los industriales no vemos porque estamos más preocupados por la calidad del producto, la productividad y los costos. También lo que tiene de particular la RED es que no persigue un fin estrictamente académico ni corporativo. Uno participa en cámaras que tienen distintas finalidades como proteger cierto sector de la economía y acá lo que hacemos es proponer nosotros las actividades que pensamos que nos pueden resultar útiles a todos”, describe.
A su vez, De Monte comenta que el desarrollo al que alude el nombre de la agrupación se centra más que nada en el aspecto humano. “Esto es fundamental, sentirte apoyado en el otro y contenido, pero también cuestionado. Si pensáramos de la misma manera creo que se acabaría pronto. La variedad de ideas, de empresas, es lo que la hace crecer”, agrega.
En tanto Rita Cosentino, gerente general de Baigorria que también está desde los tiempos fundacionales de la RED, resalta su carácter horizontal y las actividades que lleva adelante. “Es una agrupación de empresarios para empresarios que busca construir hacia adelante, entre nosotros no hay competencia ni luchamos por ocupar un cargo. Lo que tratamos de visualizar son los intereses de nuestros colegas y los nuestros propios en cuanto al crecimiento de las empresas, a lo que nos causa dificultades o dudas, y sobre todo a brindar una formación que sea distinta a la que ofrece el mercado”.
De acuerdo con la empresaria, la agrupación tiene propuestas educativas formales sobre campos específicos que delega mayormente en los especialistas de la UNTREF, aunque muchas de sus iniciativas apuntan a crear comunidad. “En estas actividades de vinculación apostamos a la comparación y el conocimiento entre pares de problemáticas de mediano y largo plazo como la inversión, el desarrollo, los modos en que podemos hacer más eficientes a nuestras empresas o dilemas que nos atraviesan desde lo humano”, cuenta, e insiste en que trabajan siempre con una “agenda abierta”.

Dentro de las actividades que propone la RED están el Tanque de Ideas, destinada a producir conexiones entre emprendedores y empresarios para la creación de nuevos negocios; el Taller PyMES en RED, con un formato desacartonado que combina la formación con la asistencia técnica y la reunión de trabajo en una multiplicidad de temáticas; Dirección Abierta, en la que un grupo reducido de empresarios se reúne periódicamente bajo la modalidad de directorio para trabajar alternativamente las problemáticas de cada una de sus organizaciones; Micromentorías, surgidas de las mismas PyMES que buscan asesoramiento en determinadas áreas; y recientemente vienen gestionando visitas a diferentes firmas para conocer de primera mano su historia, su funcionamiento, sus trabajadores, tecnologías y procesos.
Uno de los principales impulsores del grupo, Pablo Gómez de Miler, Almar, Tokio Iluminación y otras sociedades, dice que lo más destacable de la RED se encuentra en el mundo de relaciones que abre. “La articulación entre empresas que facilita es lo que más cambió mi manera de trabajar en los últimos años, en varios sentidos. No solo logré bajar costos y conseguir nuevos proveedores, también incorporé miradas distintas sobre cómo hacer las cosas en mi negocio, y ni hablar de los nuevos proyectos que surgen. Estás hablando de diferentes impactos y todos parten de la vinculación”, acota.
Como informa Gómez, hace muy poco armaron junto al emprendedor Rodrigo Sosa una nueva S.R.L. bautizada COMFY que estará exclusivamente dedicada a realizar la venta online de los productos de la textil Filamtex, con la que tomaron contacto a través del Tanque de Ideas. “Más allá del crecimiento personal, porque los negocios que hago tienen un fin personal, lo que pasa con estas cosas es que no dejan de tener una consecuencia social. Estas empresas que estamos creando ya están contratando gente para trabajar. Quieras o no, en una situación como la que estamos viviendo actualmente, vincularte y crecer tiene también una injerencia en la sociedad”, explicita el empresario.

Siguiendo el razonamiento de Gómez, Jellinek afirma que el accionar de la RED ha tenido una influencia muy positiva en todo el sistema local de innovación. Para él, gracias a ella se multiplicaron los espacios de vinculación entre los distintos actores que intervienen en el desarrollo productivo (empresas, universidades, agencias, gobiernos municipales, cámaras); además, fundamenta que a su alrededor se observa una proliferación de proyectos asociativos, la promoción de la actividad emprendedora de base tecnológica en la región y en la propia universidad, el desarrollo de capacitaciones, consultorías y asistencias técnicas a demanda y la creación de nuevas empresas y puestos de trabajo.
“Lo que me parece único de la experiencia de la RED es que se inspira en la puesta en valor y la circulación de los flujos de conocimiento antes que en la acumulación y producción de stocks tan propio de las universidades y de las empresas. En ese sentido, creo que plantea una estrategia radicalmente distinta para la promoción de la innovación en el territorio”, concluye el director del CIDEM.

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