Un emprendimiento tecnológico local enfocado en el cuidado de los adultos mayores
- cidem7
- 19 mar
- 3 Min. de lectura
Javier Rizzitano desarrolló Botón de Ayuda, un dispositivo que envía alertas a los celulares de quienes tienen a su cargo personas de la tercera edad o con discapacidad motriz.

Como a veces ocurre, los inventos surgen de la necesidad. Y en el caso de Javier Rizzitano, un técnico electrónico de Pablo Podestá, fue exactamente así. Su madre vivía sola y se había enfermado de cáncer. Por las sesiones de quimioterapia, sufría mareos con frecuencia. Cuando Javier y sus hermanos salían a trabajar, los angustiaba la idea de que se cayera sin que nadie pudiera asistirla. Y fue en su taller, probando algunos componentes, que encontró un alivio para él y su familia.
"Siempre busque resolver problemas con la electrónica, y yo ya venía explorando todo el tema de automatización y control. Me puse a interactuar con una serie de productos destinados a domótica, que compré por hobby, y me di cuenta que había una función que prácticamente no se usaba: la de enviar una notificación a los celulares a partir de cierto evento. Ahí dije esto lo puedo adaptar, en vez de prender una luz con el celular quiero que sea al revés", comenta Javier sobre su hallazgo. "No me defino como un inventor, a mí me gusta llamarme implementador. Lo que hice fue implementar una idea que tenía, una solución para un caso particular", acota.
Pero ese caso se multiplicó en miles. "Después de esos primeros botones que hice para mi vieja me di cuenta que había un montón de situaciones que podían ser iguales o diferentes, un montón de problemáticas de los viejos que viven solos que son invisibles", continúa Rizzitano.
Así, se tomó en serio la posibilidad de llevar tranquilidad a otros y de convertir esa actividad en su sostén de vida. Después de algunas idas y venidas, se animó a renunciar a su trabajo en blanco y se volcó de lleno a su emprendimiento.
“Cuando empecé a vender por Mercado Libre vi el potencial, pero había que meterle energía y estaba atado a mi laburo de nueve horas diarias. Tenía mi vida armada, encima soy un tipo bastante estructurado. Con 29 años de trabajo en relación de dependencia, me parecía imposible superar esa barrera. Entonces me puse a pensar que yo era un emprendedor desde siempre, que si esto no funcionaba me iba a poner a desarrollar otra cosa. Eso fue lo que me ayudó mentalmente, y me largué”.
Consultado por el diferencial de esta tecnología, resalta que lo que la distingue es su simplicidad. “Hay proyectos que siempre buscan agregar más tecnología, más funciones, que tendrán su nicho. Pero yo apelo a la sencillez, porque con la gente mayor pasa eso. Aunque puedan manejar el celular, usar Whatsapp o hacer llamadas, al momento de los problemas, cuando se caen o se marean, no hay manera de que agarren el teléfono”, asegura.
En esencia, el dispositivo se trata de un switch wifi asociado a remotos, en este caso los botones, que al presionarlos y activar el switch, disparan un mensaje de alerta hasta a 200 celulares. Según aclara, su uso es únicamente doméstico porque requiere conexión a Internet, y es ahí donde más se lo necesita porque en la calle suele haber alguien para ayudar.
Progresivamente, Javier fue desarrollando kits de auxilio que se adaptan a diversas situaciones, apoyándose mucho en el diseño asistido por computadora y la impresión 3D. Como le cuenta al CIDEM, hay modelos de botón autoadhesivos que pueden colocarse en cualquier parte de la casa, así como otros que porta la persona bajo la forma de pulsera o collar y que están hechos con materiales resistentes al agua para poder usarse en la ducha.
Rizzitano comparte que además ideó un modelo con una tecla muy sensible que se puede tocar con cualquier parte del cuerpo, pensado para quienes no pueden mover las manos. Gracias a esta versión, lo contactó un grupo de terapistas ocupacionales que tratan a personas con Esclerosis Lateral Amiotrófica (ELA) y otras enfermedades motrices, encargándole varias unidades para sus pacientes. Aunque no es habitual, añade que el uso de su producto se ha extendido hasta para alertar sobre situaciones de violencia de género y que también se lo solicitaron padres que tienen que dejar a sus hijos solos por unas horas.
En eso anda ahora este emprendedor, pensando junto a sus hermanos Juan Manuel y Aníbal, que se incorporaron hace poco al proyecto, a cuántas otras personas más pueden tenderles una mano con Botón de Ayuda.
Comentarios